El Zika aparece en nuestras vidas cuando habíamos comenzado a olvidar el Ébola, la velocidad con que se propaga hace saltar las alarmas en un tiempo relativamente corto de la OMS y del CDC. Pero, ¿por qué parece ser más peligrosa esta amenaza?, ¿qué es el Zika?, ¿por qué parece ir más veloz que el temido Ébola?, ¿es un nuevo virus o una mutación? Vamos a intentar arrojar un poco de luz ante todo lo vertido en prensa y televisión estos últimos días.
El Zika no es un nuevo virus ni es producto de una mutación, es un viejo virus que fue aislado por primera vez en 1947 en el Bosque de Zika (Uganda).
Pertenece a la categoría de los flavivirus. La primera vez que se aisló fue en un mono de la familia de los rheusus y hasta 1968 no fue aislado en un humano en Nigeria. Los flavivirus son un tipo de virus que se caracterizan por tener una envoltura y cuyo material genético tan solo reside en una cadena de ADN. Biología aparte, podemos encontrar dentro de esta familia algunos virus conocidos, a saber: Dengue, Banzi o Jungra (fiebre amarilla).
Los informes de la OMS notifican que el primer caso que se dio del Zika fue en 1964 y se han ido produciendo varias epidemias entre el 2007 y 2014 en el continente de África. Hasta hace apenas unos meses se consideraba un virus “poco agresivo” ya que producía una virulencia leve y muy limitada que podía ser tratada sintomatológicamente.
¿SE TRASMITE SOLO POR LA PICADURA?
No. Existen otras vías que aunque se argumenta en medios de comunicación que no están “demostradas”, la literatura médica recoge en cuanto a esta familia y que son muy parecidas a las que ya conocemos de otros virus: sangre, fluidos y vía perinatal. Brasil ha confirmado dos casos de trasmisión por vía sanguínea y Dallas el de un caso por vía sexual.
La subestimación del Zika, como virus “poco agresivo”, paralizó los estudios de su virulencia hace ya unos años e ignoró el hecho de que la literatura médica recogiera que este tipo de virus tienen capacidad de ser un vector patógeno emergente que puede extenderse con facilidad. Lo que podemos decir con certeza, y sin que ello se considere una hipérbole, es que no se puede estimar el nivel de virulencia de Zika en estos momentos. El verdadero potencial del virus es totalmente desconocido y es por ello que los sistemas de alerta de salud han hecho saltar las alarmas ante la expansión del Zika.
MOSQUITO TIGRE, ¿ZIKA CAMUFLADO?
Esta ha sido otra de las preguntas que ha sembrado la psicosis entre algunos sectores de la población. Algunos zoólogos y biólogos, lanzaron la hipótesis de que el mosquito tigre podría trasmitir el virus, esta afirmación tiene parte de verdad y parte de irrealidad, me explico:
En España contamos con un familiar del Zika o comúnmente denominado Aedes Aegypti, que es el mosquito tigre. El mosquito tigre pertenece a la familia de los Aedes Albopictus, así que siguiendo la lógica de los expertos, si se podría trasmitir el virus. Pero el asunto es algo más complejo. Existen posibilidades, y esto es una obviedad, pero debemos recordar que aunque estén emparentados por la familia Aedes tienen distinta morfología.
Este pequeño matiz podría hacer que el mosquito tigre no fuera un buen anfitrión para el virus (como lo es Aedes Aegypti) con lo cual, en caso de que pudiera sobrevivir en este “vector”, la capacidad de virulencia sería mucho menor.
CONTAGIO Y CICLO BIOLÓGICO
Una vez el virus entra en nuestro cuerpo, su patogénesis, es decir “su fin”, es el de infectar las células dendríticas que estén más próximas al lugar donde se ha producido la inoculación, es decir, la picadura (si esta fuera la vía).
Si el caso fuera por trasmisión sexual o sanguínea, el virus buscaría llegar al torrente sanguíneo y comenzaría a infectar células. Una vez atacadas las células dendríticas se extendería por los ganglios linfáticos y el torrente sanguíneo.
La replicación del virus se produce en el citoplasma celular, es decir, el lugar donde se realizan prácticamente todas las reacciones químicas que los seres humanos tenemos. La incubación tiene un periodo aproximado de diez días que una vez finalizados dan paso a la sintomatología clásica: Dolores de cabeza, erupción maculopapular, conjuntivitis, fiebre, malestar general, vómitos, diarreas, etc.
De no estar en un estado de alerta bien podría pasar por una simple gripe o resfriado. En caso de embarazo, un alto riesgo de que el feto sufra microcefalia, es decir, un crecimiento de la cabeza mucho más pequeño de lo normal.
El diagnostico se realiza con dos pruebas ya conocidas en el HIV o en el mismo Èbola: PCR y ELISA. El clínico en caso de sospecha, demandará también la búsqueda de Rna Viral y anticuerpos para el Dengue, Chikungunya y Ross River, ambos pertenecientes a la misma familia que el Zika. El screening serológico se realiza para estos tres virus además del Zika, porque existe la posibilidad que el mosquito sea portador de estas cepas.
Es inexistente. Como en el caso del brote de ébola no existe vacuna y tan solo se pueden paliar los síntomas. La profilaxis o prevención se basaron en un principio en el uso de repelentes de insectos en zonas endémicas y evitar viajar a un país donde existiera el brote, en especial las mujeres embarazadas.
Ante los nuevos acontecimientos y las nuevas formas de trasmisión, prevalecen las anteriores recomendaciones y se le suma el uso de preservativo en las relaciones sexuales. Respecto a la sangre como fluido contagioso se han activado los controles de seguridad en los bancos de sangre y en las donaciones.
Como hemos comentado en el artículo es un virus que fue subestimado y del cuál se sabe muy poco. La carrera científica a contrarreloj parar frenar el Zika ha comenzado.
Cada minuto cuenta en la búsqueda del tratamiento para detener el Zika, de momento contamos tan solo con que el Instituto Pasteur ha sido capaz de secuenciar el genoma completo del Zika, situando su origen en la Polinesia. Otros científicos creen que el virus podría estar vinculado a un aumento de la prevalencia de una enfermedad llamada Guillain-Barre, una enfermedad que a grandes rasgos, cursa con la destrucción del sistema nervioso como respuesta inmune del propio cuerpo. Zika nos muestra un escenario diferente cada día.
No se han hecho esperar las diferentes opiniones de este nuevo “virus” tanto en redes como en la sociedad, se barajan las ya conocidas teorías conspiranoicas o las más novedosas que aluden que fue un virus inventado por los Rockefeller. Muchos sectores de población se preguntan si no nos encontramos ante una replica de la gripe aviar y otros afirman que es la “nueva moda de los virus”. Pero, dejando a un lado el imaginario colectivo, el Zika se abandera como sucesor del Ébola en nuestro estrenado 2016. Y a su vez, como un nuevo reto para el aparataje biomédico que tiene que construir su conocimiento a través de la realidad biológica que contempla.
Realidades y enfermedades que se tornan universales y que trascienden a los contextos sociales, transformando una vez más al ciudadano en centinela de su propia salud.